Paso a la inmortalidad de Don José de San Martín
Hace ciento setenta y dos años que José Francisco de San Martín, Generalísimo de la República del Perú y fundador de su libertad, Capitán General de Chile y Brigadier General de la Confederación Argentina, dejaba esta vida temporal, para pasar a la vida eterna y quedarse para siempre en la memoria de los pueblos por quienes dio todo en el suelo que lo vio nacer y nada les pidió a cambio.
En un lugar llamado Yapeyú, una simple reducción de indígenas fundada en 1626 por la Compañía de Jesús perteneciente al sistema de las misiones guaraníticas, hoy provincia de Corrientes, un 25 de febrero de 1778 nació José Francisco, hijo de Doña Gregoria Matorras y Don Juan de San Martín. Para aquella época hacía poco más de siete años estaban casados y llegaron a tener cinco hijos.
Luego de pasar por Buenos Aires y educarse en los primeros pasos, la familia San Martín viajó a España en 1785, donde José Francisco continuaría sus estudios en el Seminario de Nobles de Madrid, lugar en el que se educaba la nobleza del reino en, además de la religión, lengua castellana, latina, francesa, historia natural, geografía, física experimental y matemática pura, entre otras.
Enterado de la Revolución de Mayo y los sucesos en el nuevo mundo, se embarcó con la noble misión de ofrecer sus servicios a la causa de emancipación americana. Llegó a este continente el 9 de marzo de 1812, según afirman las letras en una página de la Gaceta de Buenos Aires de la época. Fue recibido por el gobierno del momento, quienes con cierta desconfianza le reconocieron el grado militar y le dieron la misión de formar un regimiento que sirviera de base para concretar la independencia de las Provincias Unidas.
Desde Cuyo impulsó la declaración de nuestra independencia en 1816, y comenzada la grandiosa empresa, junto a su Ejército enfrentó los Andes, triunfó en la cuesta de Chacabuco, llegó a Santiago y alcanzó los laureles en los llanos de Maipo en abril de 1818 dando libertad a Chile, agradeció la generosa ayuda recibida del cielo por medio de la Virgen del Carmen, a quien había nombrado Patrona y Generala del Ejército de los Andes. Dirigió sus afanes y operaciones hacia el Perú, partiendo de Valparaíso el 20 de agosto de 1820. Entró en Lima el 9 de julio de 1821, diecinueve días después hizo proclamar y declarar la independencia pronunciando lo siguiente: "El Perú es desde este momento libre e independiente por voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende", y esa misma tarde dejó sentada la razón por la cual esta humilde reflexión merece la atención de quienes la lean: “Al americano libre corresponde trasmitir a sus hijos la gloria de los que contribuyeron a la restauración de sus derechos”.
Fuente: (extractos) Argentina.gob.ar
“Si hay victoria en vencer al enemigo, la hay mayor cuando el hombre se vence a sí mismo”. Gral. José de San Martín.
Honremos su memoria, con esfuerzo y compromiso, poniéndonos objetivos que beneficien no sólo nuestras búsquedas personales, sino a la comunidad en la que habitamos. Así, aportaremos cada integrante de esta Patria, a construir el país que deseamos y quienes lucharon por él, soñaron.
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