Esta Facultad conoce de los esfuerzos que hacen todos nuestros estudiantes que quieren seguir adelante con sus metas educativas. En especial este año, desde que se iniciaron las medidas de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), que acentuaron aún más las diferencias y dificultades en el acceso a la tecnología y virtualidad. Sin embargo, a través de internet fue la única opción de poder continuar con el dictado de las clases, pudiendo así –no sin dificultades- llevar a cabo el ciclo lectivo.

A esta nueva realidad, docentes y estudiantes debieron adaptarse, atravesando algunos inconvenientes incluso antes ni pensados. Pero ahí están ellos, llevando adelante la Educación, y en esta semana –semana de exámenes-, hubo una mesa en que se destacó el compromiso por la Educación.

Se rendía la asignatura Álgebra Lineal de la carrera Ingeniería Electromecánica, y grande fue la sorpresa de las docentes cuando al iniciar el examen, el estudiante que rendía, se encontraba en un vehículo a la vera de una ruta. El motivo: conexión a internet.

Fue así que el estudiante de 2° año, Fabricio Ibarra, les contó que a razón de tener dificultades para una buena conexión a internet, tuvo que trasladarse 18km desde su casa, a fin de conseguir conectarse y dar el examen. Vive en el paraje El Pueblito, Departamento Quebrachos.

Fabricio nos contó al respecto: “En este año que se nos complicó a todos por la pandemia, yo tuve la experiencia de rendir a 18km de mi casa, ya que donde vivo no tengo conexión de internet estable. Me atrasé muchísimo porque no podía cursar normalmente por la mala señal y otros problemas del celular. Cuando fui a rendir, las docentes estaban asombradas porque donde estaba rindiendo, era dentro de un vehículo y al costado de la ruta”. Y agregó, “para mí era un poco raro e incómodo, pero lo importante es que pude aprobar y avanzar en algo”.

Ibarra recalcó además: “No soy el único que tiene estos problemas, hay mucha gente del interior que también los tiene. Pero bueno, lo interesante es seguir adelante y no quedarse, no? Quiero agradecer mucho a la profesora Cristina Basualdo, a la Dra. María José Benac, que siempre estuvieron a disposición. Me ayudaron con consultas, gracias!”.