Voces en nuestra Ingeniería- parte 5

Viernes, 12 Junio, 2020

Llegamos al último día de esta Semana de la Ingeniería, contando diversas experiencias en la ingeniería que nace y/o se vincula desde nuestra Facultad. En la edición de hoy presentamos a la Ing. Vial Rosa Kairuz, egresada y docente de esta Unidad Académica, que actualmente se desempeña también como Secretaria de Administración de la UNSE, rol que cumplió previamente en la FCEyT.

Su camino vocacional se fue moldeando desde edad temprana, “provengo de un pueblo pequeño del sur de la provincia, Malbrán- departamento Aguirre. De chica me gustaba mucho la matemática, en 1.977 con 12 recién cumplidos, vine a la ciudad Capital para ingresar en 1° año de la Escuela Industrial Ing. Santiago Maradona. Mi madre pensó que era lo mejor porque era ‘hiperquinética’ y allí estaría ocupada todo el día. Creo que ésa decisión, fue vital en mi vida. En la Industrial seguí la especialidad de Construcciones y egresé como Maestro Mayor de Obras en el año 1.982. Fui abanderada y creo que la primera mujer abanderada. Allí tuve muchos docentes excelentes, pero hubo uno de la asignatura Hormigón (Prof. Autalán) que me hizo decidir por seguir ingeniería”.

De su tiempo como estudiante en nuestra Facultad, comenta: “Ingresé en 1.983 y egresé como Ingeniera Vial en 1.989, siendo escolta de la bandera. Cursarla sobre todo en los dos primeros años, fue a veces pesada en el sentido de que estábamos muchas horas en la Universidad, y para ir al día con los prácticos y láminas, se requería constancia y muchas horas de dedicación en la casa. No existían los celulares y no teníamos acceso a las computadoras, así que todo era más complicado que ahora en ese sentido. Para hacer la práctica en obra, nos tocó un año de hiperinflación con muy pocas obras en Santiago, lo que dificultaba a los alumnos poder cumplirla en término”. También recordó: “Éramos pocos alumnos, lo que permitía una relación estrecha entre los compañeros y entre alumnos y docentes. La relación con la mayoría de los docentes fue buena, y te transmitían sin egoísmo todo lo que sabían. Hubo algunos, muy pocos, que sí hacían diferencias entre varones y mujeres, pero dado mi carácter y como venía de una escuela Industrial donde las mujeres éramos minoría, no me afectó en absoluto. Al contrario, creo que a la larga, terminaban respetando aún más”.

Su dedicación a la carrera, pronto dio sus frutos una vez recibida: “Egresé en diciembre de 1.989 y me postulé para una beca en la Escuela de Caminos en Bs.As., que duraba dos años. Seleccionaban 12 de toda la Argentina y tuve el privilegio de ser seleccionada entre ellos. Pero dada la situación económica del país (hiperinflación) y el monto que otorgaban para la manutención, decidí renunciar a la misma. En Enero de 1991 ingresé al Consejo Provincial de Vialidad, donde me desempeñé como Jefe del Departamento Estudios y Proyectos, Subdirectora de Estudios y Proyectos y Directora de Ingeniería Vial. Desde 2.009 me encuentro con licencia sin goce de haberes, por estar desempeñándome en cargos de mayor jerarquía en la UNSE”.

Al ser consultada sobre su ámbito laboral y las posibles dificultades con respecto al género femenino, sostuvo: “No tuve problemas en integrarme, a pesar de ser una actividad muy masculina. Era muy respetada y me sentía acompañada por mis compañeros, sobre todo del plantel técnico”. Sin embargo, y aún hoy, para las mujeres en muchas ocasiones, existen desventajas: “Si sentí discriminación como mujer de parte de autoridades. Por ejemplo, a los demás ingenieros le pagaban la diferencia al cargo de Director y yo era la única que no cobraba, por ser mujer”. De todos modos, la Ing. Kairuz observa que en la actualidad hay ciertos cambios: “Desde mi óptica es abismal la diferencia. Te diría que hasta prefieren contratar mujeres, más que varones”.

Vale señalar también, la importancia del apoyo familiar en su vida: “Mi familia fue mi gran pilar y quien siempre me apoyó en todo lo que emprendía y que permitió mi desarrollo profesional, al ayudarme con tareas de la casa cuando debía ausentarme por mi trabajo. Mis padres, mi esposo y mi hijo siempre me alentaron a superarme, y siguen haciéndolo”.

Fuertes valores, como la familia, la responsabilidad y el compromiso, marcan a la Ing. Kairuz; quien por último, compartió una anécdota significativa entre sus recuerdos: “En 1.999, a través de un Plan de Obras conocido como Fenómeno del Niño, en el que se realizaron obras de gran importancia para el sur de nuestra provincia, nos habían designado como coordinadores al Ing. Roldán y a mí, ambos del Consejo Provincial de Vialidad. Estas obras beneficiarían a localidades como Malbrán, Villa Unión, Bandera, Los Juríes. Conversando con los coordinadores a nivel nacional, Ing. Guillermo Elorza y la Arq. Mónica Hert, organizamos la apertura de sobres de las licitaciones en mi pueblo Malbrán, para que los pobladores sean partícipes también de dicho acto. La organizamos en la escuela primaria y la Directora permitió el acompañamiento de los abanderados para el inicio del acto. Se abrieron los sobres en un escenario, en donde todo el público (alrededor de 300 personas), podía presenciar lo que era un acto licitatorio. Los dueños de campos donaron animales y personalmente prepararon los alimentos para todos los concurrentes. Fue hermoso, porque se sentían parte y las autoridades nacionales se fueron muy contentas. Para mí, un orgullo por haber sido alumna de la Escuela N°80 y volver como Ingeniera y ser parte del acto. Fue muy importante, porque estas obras produjeron un cambio sustancial en la región. Por ejemplo, para ir de Malbrán a Bandera había que cruzar el rio Saldo por un puente de madera en estado crítico y a través de este Plan de obras, se pudo construir un puente de hormigón que posibilitó el paso del transporte pesado y se convirtió en un punto para fotos de postal”.